Mi mejor amigo, el plástico #ponele

Desde que tengo memoria que vemos plásticos en el río cada vez que salimos a navegar.

En el 2004 mi papá compró un velero, y desde ahí que vamos al río casi todos los fines de semana. Siempre nos gustó salir a navegar, dar una vuelta, tomar unos mates, y en verano, comer sandía. Pero últimamente, siempre nos encontramos con tapitas de botellas, bolsas, juguetes, telgopor, entre otras cosas plásticas flotando por ahí.

¿Alguna vez pensaste dónde terminaría ese vaso descartable con el que tomaste agua en la sala de espera de un consultorio? La pajita o sorbete con el que tomaste esa lata de Coca, ¿es verdaderamente necesaria?

Sí, es cierto que a veces es más fácil: si tengo un cumpleaños en mi casa, compro descartables y evito lavar platos, vasos, cubiertos, etc. Es más "práctico". Pero... ¿la vida de esos descartables termina cuando tiras eso al tacho de basura o al de reciclables?

Hoy sabemos que no, no es así: la vida de cualquier plástico común y corriente es eterna, o supuestamente dura como mínimo 100, 200 o hasta 500 años. Probablemente el primer plástico creado siga entre nosotros.

El gran problema del plástico es que no se biodegrada, si no que se va rompiendo en pequeños pedazos de plástico, cada vez más chicos, conocidos como "micro-plásticos", y esta es una gran amenaza.


La cadena alimenticia marina empieza en los microorganismos más pequeños. En la vida marina, el fitoplankton es el primer eslabón de la cadena, y hoy, el plankton se alimenta con micro-plásticos. Por ende, si un pez grande se alimenta de uno mediano, éste de uno más pequeño, y éste del plankton, y nosotros, los humanos, nos alimentamos de pescado... entonces:

Sí, nos estamos alimentando con plástico.

Según un estudio realizado por la Universidad de Newscastel, en Australia, ingerimos en promedio 5 gramos de plástico semanalmente, lo que equivale a una tarjeta de crédito. ¿Somos conscientes de nuestra relación con el plástico?

Hace más de un año que empecé este recorrido, intentar cambiar mi relación con el plástico. La realidad es que estamos tan acostumbrados, que hay algunas cosas plásticas que a veces ni siquiera somos conscientes del uso que le damos. Donde más me doy cuenta que no soy 100% consciente de mi consumo plástico es cuando voy a hacer limpiezas en las costas del río. Junto con Parley, realicé varias limpiezas el año pasado con muchos más voluntarios, y lo que más sacamos del agua son botellas, sorbetes, envases de shampoo, paquetes de cualquier cosa (galletitas, de arroz o fideos, caramelos, papas fritas, etc. ), pedazos de telgopor, cubiertas de autos y muchas cosas más que ni siquiera llegamos a identificar de qué son. Y lo que más me molesta, es ver que hay plásticos que encontramos en el río, que en mi casa se siguen consumiendo. Si hoy (más ahora que estamos en cuarentena) abro la despensa de mi casa, estoy segura de que me voy a encontrar con un montón de envases que podrían haber sido evitados. Pero la fácil, es la que viene envuelta en plástico.

Te invito a que intentes tomar consciencia de esto, o, como dicen mis amigos de Unplastify:

Repensá tu relación con el plástico.